Tal vez lleves unos meses o años montando en bicicleta de forma habitual. Si has sido regular y rara semana has fallado a tu cita con el mountain bike, habrás comprobado como tu nivel, en mayor o menor medida, se ha incrementado. Ahora subes con mucha facilidad aquellos repechos que antes te intimidaban, eres capaz de estar pedaleando varias horas sin pasarlo mal o puedes acumular metros y metros de desnivel y seguir con ganas de más.

Marchas btt no competitivas

Llega un momento en el que no es suficiente para ti las quedadas con tus amigos o tus aventuras en solitario; das el paso y decides participar en alguna marcha “tranquila”; sientes curiosidad por compartir una mañana con otros ciclistas y es la excusa perfecta para conocer nuevos lugares.

Como era de esperar, terminas encantado. Hay buen ambiente, te has esforzado más de lo que hubieras imaginado y has entrado en los típicos piques del ciclismo con compañeros que no conocías.

Primeras competiciones

Después de tu participación en varias marchas, tú mismo o alguno de tus compañeros habla de cierta carrera, que aunque es competitiva puedes afrontarla como si fuera otra marcha más. Das el paso y acudes a tu primera carrera de MTB, seguramente, con cierto grado de nerviosismo.

Ya en la línea de salida conversas con otros bikers y comentáis lo que os espera en la carrera: desnivel, zonas técnicas, avituallamientos… Parece que los nervios se aplacan, pero cuando miras tu pulsómetro y ves que tu corazón está 25 o 30ppm por encima de lo que debería, te preguntas: ¿he hecho bien en venir a competir?

Dan el pistoletazo de salida y lo que más te sorprende es lo rápido que avanzan los demás bikers, tanto que puede llegar a intimidar a cualquiera.

El resto de la carrera dependerá de tu estado de forma, tu arte para dosificar las fuerzas, la climatología o los problemas mecánicos que puedan sucederse. Pero en general, las primeras competiciones suelen ser, a todos lo niveles, bastante duras, y no será extraño que cuando te aproximes al arco de meta pienses: “es la última vez que monto en bici”. Por suerte, esto sólo dura unos 30 minutos.

Después de leer lo anterior, quizá encuentres paralelismos o aspectos en común en lo que ha sido tu evolución en el mundo de la competición MTB. Si todavía no te has estrenado, espero haber aumentado tu deseo de asistir a algún evento de ciclismo de montaña.

Tanto si eres novato en las carreras como si ya has participado en varias, espero que encuentres interesantes y funcionales los siguientes apuntes.

• No estrenes material ese día (a no ser que hayas tenido alguna avería mecánica). Tampoco cambies nada de tu bicicleta como la altura del sillín. Debes llegar a la competición con el material y reglajes sobradamente testados. No hay lugar para la improvisación.
• No innoves en tu desayuno o comida anterior a la carrera. Casi todo el mundo sabe que hay que comer bastantes hidratos antes de una competencia, pero esto ya lo debes haber probado las semanas anteriores para garantizar que no hay algún alimento que te ocasione problemas en su digestión.
• Revisa con especial atención el funcionamiento de tu bici los días anteriores. Al menos, un par de días antes, haz una buena inspección para garantizar que todo funciona adecuadamente: frenos, ruedas, transmisión, apriete de tornillería…
• Prepara toda la ropa y el resto de material (casco, zapatillas, herramientas, recambios, etc.) que vas a utilizar, un par de días antes. Revisa el estado de tus calas.
• No olvides consultar la predicción meteorológica para elegir adecuadamente el material y la ropa. Recomendaría siempre llevar más ropa de la necesaria, a fin de poder ajustar la elección poco antes de la salida.
• El día anterior, deja preparado todo el tema de alimientación (barritas, geles) e hidratación. Si preparas bebida isotónica, deja los bidones en la nevera.
• Si usas pulsómetro, GPS o cualquier otro dispositivo electrónico, revisa el estado de carga de la batería o pilas.
• Echa un ojo al perfil de la etapa para preparar tu táctica en carrera. No es lo mismo enfrentarse a una ascensión al comienzo que al final del recorrido.
• Ve de menos a más; adopta un actitud conservadora. A medida que vayas acumulando carreras aprenderás a dosificar tu esfuerzo.

Creo que si tenéis controlados los puntos anteriores, tenéis una alta probabilidad de disfrutar de vuestro día de bici.

¡Gracias por haber llegado hasta aquí!

Fuente: Pedalea con Ciencia